Desde siempre me ha encantado planear, visualizar objetivos, sentir que los esfuerzos cumplen una finalidad. Que te lo diga la Ise de 18 años, que planeaba lo siguiente: "Me encantan los juegos de mesa, la navidad, el café, cenar con mis amigos, necesito una casa grande. No una mansión, lo suficientemente grande para que quepan mis personas favoritas, para que pueda ser el refugio de mis amigos, un lugar seguro con techos altos, muuy altos, como para un árbol de navidad de mas de dos metros que, por supuesto, debe tener un gran ventanal de techo a piso justo enfrente, para que las luces se admiren desde fuera, necesita espacios libres, sin muchos muros, para poder platicar con las visitas que se encuentren en la sala mientras les sirvo el café desde la cocina, asientos cómodos por doquier, de esos que te hacen no querer irte, y esto no lo digo para las visitas, sino para que me hagan anhelar volver a casa, una cocina enorme y eso no es negociable, con barra, electrodomésticos en ...