Otro papel doblado, esta vez escribía para el cumple de Kimy, pude mirarla a los ojos, tomar su manita y decirle lo que se lee a continuación: "Hoy recordé a la niña que caminaba de tu mano hacia cualquier parte, las largas charlas que teníamos sobre cualquier cosa y lo mucho que mi risa te resultaba contagiosa. Recordó mi mente lo que mi corazón jamás podrá olvidar y es la forma en que me enseñaste a ser feliz, a valorar lo simple y vivir agradecida con Dios, la vida o lo que quisiera, pero siempre agradecer. Fueron tus años de lucha, de agotamiento y constante ir y venir los que formaron en mi un carácter enfocado en tu bienestar. Han pasado años desde aquellas caminatas, las bromas y carcajadas, pero también los malos días a los que le atribuyes toda mi niñez, pensando que no hiciste nada bueno por mí, cuando en realidad, sin importar las circunstancias, fui la niña más feliz y dichosa porque tenía lo más importante y valioso de mi vida, te tuve a ti. Nuestros malos r...