Encontré un poco sobre mis primeros acercamientos con la guitarra, siempre tuve altas expectativas respecto a la música.
"Mi padre es la persona mas musical que conozco, entiende de cuerdas y percusiones, tiene tan buen oído que no canta mal, afortunadamente, porque se la pasa cantando.. Él dice que desde que se enteró del embarazo de mi madre, supo que debía buscar la música adecuada para mi formación, mi madre tuvo que experimentar muchísimos tipos de inmersiones musicales durante su embarazo, que según me cuenta, iban desde tener a mi padre cantándole a la barriga hasta un tipo de terapia musical en un lugar donde la hacían "sentir la música" para ella, él estaba loquito, yo pienso que la música lo hace muy feliz.
Desde que tengo memoria lo recuerdo sonriente, cerrando los ojos suavemente mientras levanta un poco la barbilla cuando escucha las primeras notas de alguna canción que le encante para resoplar un raro "pff" de felicidad, no solo le encanta, realmente la disfruta.
Personalmente, me parece maravillosa la manera en que algo intangible te puede generar emociones, sentimientos y sensaciones a un nivel tan profundo que se instala en tu memoria.
Yo también amo la música, y sin duda alguna gran parte de eso se lo debo a él, apenas comienzo a intentar interpretar con la guitarra lo que suena perfectamente estructurado en mi cabeza, y es que no quiero tomar clases, no quiero la responsabilidad de saber como hacerlo con el riesgo de no poder hacerlo, temo no haber heredado el talento pero lo disfrazo de ganas de querer conectar con mi instrumento, eso suena más rockstar y menos miedoso de mi parte.
El caso es que, sé que soy muy joven, pero espero que algún día, en mi adultez de los 25, por ejemplo, haya conseguido rasguear tan bien como papá, que sigamos yendo a bailar una vez al mes, que me siga cantando "te mando flores", que la música nos siga conectando, y algún día, por suerte, ser tan feliz como él.
Si pudiera coleccionar algo, quiero que sean canciones, como las personas con las que hablas de todo, que no terminan nunca de contar sus historias, pero en música, ser quien pueda decir "conozco una canción que habla de eso" y por supuesto, encontrar más personas con el mismo gusto, compartir canciones y olvidar todo, menos los sonidos de cada una.
Quizá los experimentos de papá funcionaron y pudo crear otra "loquita contenta", quizá ese gusto se hereda, quizá el talento también (ojalá). Al final del día, papá además de canciones, también me creo a mi"
Oila "adultez de los 25" decía; y si, aprendí a rasguear, pero bueno, papá ya no pudo ser testigo. La música me sigue haciendo feliz y es super importante en mi día a día. Definitivamente, hay cosas que nunca cambian.
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