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Emociones incomodas

Platicando con Pam sobre la vida, y lo que yo juraba que era un monologo increíble y emocionante acerca de mi manera de afrontar las dificultades personales resultó, como en cualquier terapia de análisis, que encontramos en mi una pésima relación con el dolor. 

Y es que soy una persona que siente mucho, solo sé amar y querer en grandes cantidades, y así como todos los buenos sentimientos, el resto de mis emociones surgen enormemente. Y no hablo de un desequilibrio tipo "Intensamente" donde en caso de enojarme me convierta en furia, ni al caso, más bien, y sobre todo, de mi manera de lidiar con lo que no me gusta sentir porque aja, que sienta mucho no quiere decir que disfrute todos los sentimientos ..

Así fue como llegamos a mi relación con el dolor, yo estaba segura de que no es "normal" o al menos no es sano, el no permitirme llorar, cargo con la bandera de "llorar horrible" lo cual es verdad, pero me ha servido más como pretexto para reprimirme, y justo tratamos de analizar el origen de esa "área de oportunidad". 

Conclusión: Soy Acuario, un signo fijo al que no le gustan los cambios

Bromi, osea si soy acuario, pero mi asunto está más relacionado con el orgullo que con la astrología. 

Crecí en una casa llena de amor, de atención y mucho significado, no fui niña mimada, ni consentida y mucho menos caprichosa o berrinch.. bueno puede que eso ultimo si, pero no en gran escala, más bien fueron (son*) berrinchitos inofensivos y de corta duración, y que además tienen la ventaja de ceder ante cariñitos. 

Mi infancia fue maravillosa, no hay nada que le cambiaría, y eso que mi madre me abandonó .. (mis traumas, mis chistes) sin embargo, la familia era irregular, no había papá, mamá y hermanos, éramos: Papá, Kimy y yo, solo tres y sin vacantes, nunca nos hizo falta nadie más, aunque yo estuviera abierta al hecho de que Don Leo podría encontrar al amor de su vida en cualquier momento, pero jamás se lo permitió, según él, estaba muy ocupado siendo mi padre (supongo que ser el mejor papá del universo tiene sus complicaciones), aún así funcionamos siempre como un equipazo, un "equipo maravilla" según Kimy, o "la mafia coacalquense" según papá. 

El equipazo me creo un sentido de pertenencia, y aunque era muy pequeña también quería aportar, entonces, muy proactivamente comencé a resolver, a la medida de mis posibilidades, todo lo que pudiera, desde adquirir responsabilidades básicas en casa hasta ponerle la leche a mi cereal yo sola. Me hice independiente, valiente, y también orgullosa.

Se sabe que me vuelvo insoportable cuando logro cosas, y parte de eso se debe a que estoy muy orgullosa de mi, mi dialogo interno es hasta egocéntrico, y nadie me conoce mejor que yo. Suena increíble, no?  Pero a pesar de haber desarrollado habilidades sociales, esta relación "orgullo/independencia" me dejó muy solitaria cuando se trata de "no poder" (porque siempre puedo) con algo. 

Todo esto para decir que mi "detallito" es que no sé pedir ayudar, o bueno mas o menos pero me cuesta recibirla, y que además tengo una pésima relación con el "dolor" por cualquier emoción que lo cause, mi orgullo no me permite "sentirlo", no me gusta llorar, no me gusta vulnerarme, y eso, según Pam, se lo debo a que las únicas personas con las que me vulneré (Don Leo y Kimy) ya no forman parte "activa" en mi vida, y por activa se refiere a que bueno, uno ya no está y Kimy no vive conmigo, además no me gusta preocuparla, eso me deja con pocos "lugares" seguros para llorar como Magdalena. 

Cada persona se incomoda con su emoción de preferencia y al parecer, inconscientemente elegí incomodarme cuando algo me duele, después de auto analizarme, descubrí (mos, Pam y yo) cuales son las acciones que prueban esta teoría: 

  • Ser hermética "por algo": Trato de no repetir errores.. la gente me ha fallado y me volví hermética con muchas cosas cuando se trata de confiar mi vulnerabilidad.
  • No admito cuando me siento mal 
  • No hablo de lo que me afecta hasta que dejó de afectarme o hasta que lo resolví 
  • No permito el contacto físico cuando estoy "sensible" 
  • Termino o pospongo platicas si siento nudos en la garganta o lagrimas en los ojos
  • Lloro poco y lloro sola
  • Tengo mecanismos para que dure poco el llanto y sus efectos: las cucharas en el refri, las siestas, los distractores, etc.
  • No hablo sobre lo que me duele y no admito que me duele 
  • Me alejo rotundamente de lo que sospecho que me puede "romper el corazón" 
  • Soy rencorosa cuando me lastiman, este punto es interesante, por eso lo voy a desarrollar  más, resuulta que, para que lo siguiente surja efecto debe tratarse de una persona que me importa y un vinculo significativo para mi, los demás no cuentan, soy una persona constante y adaptable a la forma que tomen mis vínculos solo pido claridad y confianza, la única manera de que me puedan perder es lastimándome, y cuando me duele no perdono, la persona, quien sea, me deja de importar, se vuelve gris (en casos en que se trate de daño doloso) si fue circunstancial solo pierdo el interés, ni rencor merece, y por "rencor" me refiero a que no hay manera humana ni paranormal de que le de la oportunidad a esa persona de volver a ser parte de mi vida, ese el el tipo de rencor que desencadena que alguien me lastime. No digo que este bien, ni siquiera tengo una postura al respecto aun, prefiero llamarle "instinto de supervivencia"
La manera en que gané mi independencia formó parte del proceso de incomodidad con el dolor, cuando estuve sola, cuando tuve que resolver, cuando la vida pesó, me encargue de tenerme a mi, jamás pedí ayuda (ahí se asomó muchísimo el orgullo) y una vez superados esos "malos ratos" jamás lo hable con nadie (ahí se asomo mi ego) y sinceramente no estoy "mal" con eso, solo me incomoda (entristece) un poco no tener realmente ese alguien con quien vulnerarme, la persona que "cuide mi llanto" (cono decía Borges) y me devuelva mi orgullo intacto después de eso, es triste porque sé que esas personas existen, lo sé porque soy una, mi pechito ha servido para que muchas personas se desahoguen y cuando terminan, me aseguro de que sepan y noten que los sigo mirando con la misma admiración que cuando llegaron, no los hago dudar que esta bien no poder a veces, les regalo paz, no lástima, trato de que cuiden sus cicatrices sin juzgarlos pero bueno, no tengo una Ise de ese tipo en mi vida, no actualmente, y no se si la voy a tener. 

Esta muy romantizada la escena, por ejemplo, donde una una persona se siente mal y llega al abrazo de alguien, ya sea pareja, madre, hermanos, amigos, etc, a curarse el corazón y auténticamente logran que la vida duela menos, pero la realidad esta muy alejada de eso, las personas hacen demasiadas preguntas y como te quieren "no te quieren ver así", dan sugerencias, consejos y opiniones que no pediste, no respetan tu dolor y además te juzgan por "no ser para tanto". 

Lleve este tema a terapia porque hace un par de semanas me sentí sobrepasada por varias situaciones, tuve que pausar platicas por tener ganas de llorar y eso me causo conflicto porque ese tema ya lo tenia mas que controlado, pero bueno, las cosas aunque tengan el mismo origen, no siempre duelen igual. 

Pam dice que debo trabajarlo, que aunque mis métodos ayudan a regular mis emociones, el resultado tampoco es el adecuado, Pam me pide que confié, pero con sus palabras yo solo escucho que eso puede doler, que me puede lastimar que si uno de mis vínculos más fuertes hoy día no es capaz de cuidarme la tristeza, me descredite o que me sienta juzgada, temo eso podría romper un hilo de confianza importantísimo, lo cual me dolería, por tanto doy un pasito hacia atrás al respecto. 

Mi ideal seria un pecho donde recostarme, llorar, hincharme asquerosamente y aun así seguir recibiendo ojitos de amor y/o admiración según sea el caso, pero bueno, me conformo con mi "armadura" (según Pam) donde quien me consuela, me cuida y me respeta la tristeza soy yo misma. 

Entiendo que el dolor me incomode, pero no veo tan a mal el haber aprendido a pasarlo sola, después de todo, somos lo único que tenemos, por eso es tan importante estar seguros que nos gusta el lugar en que nos convertimos para habitarnos a nosotros mismos. 

Estoy trabajando en pedir ayuda de manera efectiva, y en aceptarla; en darle tiempo a todas mis emociones, aunque no me gusten, y aunque suene tonto, estoy aprendiendo a llorar, tampoco es como que lo agregue al itinerario del día: 7:30 p.m. sumergirme en la miseria, pero ahora dejo que fluya el sentimiento, y si eso involucra un par de lagrimitas en mis mejillas, trato de aceptarlas como recordatorio de que debe salir para sanar. 

La vida se trata de aceptar realidades, de no idealizar, y la realidad es que hoy no tengo con quien vulnerarme, que soy mi lugar seguro y aunque amaría tener un vinculo tan poderoso que me haga sentir segura aún en mi vulnerabilidad, que no exija mi recuperación inmediata, que no me regale lastima, que me ame más en los días complicados, que me de tiempo y espacio, la realidad es que no está, la realidad es que solo me tengo a mi (y con eso es suficiente) y me toca trabajar para hacerme sentir como en su momento hice sentir a los demás dejando de pensar que puedo siempre con todo sin afectarme con nada, la realidad es que me exijo demasiado algunas veces, y eso es algo que jamás le haría al amor de mi vida. 

Incluso el camino del amor propio y autocuidado nunca termina, a vece se complica con descubrimientos como estos, donde una se da cuenta que se ama mucho pero en algún aspecto no se ama bien, porque aja, algo esta reprimiéndose para estar "bien" y bueno, esta bien no estar bien.  

Que no me muestre sensible no significa que nada me duela, significa que no priorizo esa emoción y bueno, aquí andamos. 

Lo rescatable de esta entrada poco alentadora es que amo trabajar en la persona que más me importa (yo), continuo en la búsqueda constante de lo que me trae paz, me hace feliz, me hace crecer y desarrollarme, lucho por trascender sobre mi misma, pulirme, ser siempre mi mejor versión, detectar lo que me incomoda y trabajar en ello, soy mi proyecto mas importante y me quiero hacer bien siempre. 

Irremediablemente la vida va a doler, tarde o temprano, pasarán cosas que ni siquiera están en mi control, cosas que no veo venir, cosas que dolerán o que probablemente me destruyan (solo se me ocurre una) y lo único que puedo hacer es asegurarme de que puedo con el dolor, de que "sé sufrir" para poder estar bien de nuevo. 

Empezaré por ser menos radical conmigo, porque no es posible que pueda llorar sin problema y casi que en publico por una pelicular donde se muere un perrito y no sea capaz de darle espacio a lo que realmente me duele. Y aquí no estamos para incongruencias. 

Y aunque me enfoque en el dolor, también me incomoda la incertidumbre y la frustración, pero estas dos se alejan de mi orgullo y más bien tienen todo que ver con mi falta de paciencia, estoy intentando que "todo fluya" pero aun necesito (un poquito) saber como y cuando van a fluir las cosas jaja. 

Recientemente me he vuelto retadora en temas de paciencia, hablo con gente que me impacienta, y de paso ejercito mi empatía, trato de no "dejar de hacer algo" solo por hacer una fila, valoro tanto mi tiempo que la impaciencia afecta bastante en la forma en que lo disfruto, otra vez, por coas que yo no puedo controlar, estoy experimentando con el "no tener" para fomentar mi paciencia, quiero ir a Suiza una navidad pero "no tengo" lo necesario, entonces ejercito mi paciencia, podría irme este diciembre pero no seria prudente, así que realizo acciones que me acerquen un poquito más al objetivo en lugar de quedarme esperando nomas. 

En tanto a la frustración, ahí vamos, estoy aprendiendo a soltar, soy MUCHO más hakuna matata que antes, pero aun no llego al objetivo, supongo que porque mi ego no me permite entender que el hecho de que yo me mantenga en mi control no significa que los demás trabajen en si mismos, y como dije, aquí no se idealiza a nadie, todos somos lo que somos y damos lo que tenemos y hay que aceptarlo, aunque me frustre un poquito en el proceso. 

A veces entiendo, más no justifico, por que la gente no trabaja en si misma, la gente no se interesa en conocerse y mucho menos en utilizar herramientas que te da ir a terapia, y es que es más cómodo "aceptar" lo que tienes a cuestionártelo todo, es más sencillo decir "me siento triste" a preguntarte de que manera te afectó tal cosa para llevarte a sentir tristeza, personalmente, prefiero las preguntas incomodas y las charlas profundas, prefiero preguntarme cada cuanto por que creo en lo que creo o si aun creo en eso, saber que me hace bien y que no, que me gusta, que prefiero, que soy y que doy y a quien, porque lo quiero todo de mi, no me voy a conformar con lo que "pasa en la vida" sin intentar entender lo que representa para mi. 

Quizá sea ambición de autoconocimiento, pero prefiero vivir con eso a sentir que no tengo derecho a intentar comprenderlo todo. 

That´s it. 

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