Aquí si, recuerdo perfectamente que leía un libro buenísimo, "el altar a las alces" me encantaba como el escritor narraba de manera soberbia acontecimientos tan simples y aja, lo tenia que intentar.
Dicen
que a esa hora los "malos espíritus" salen a pasear un rato y se
divierten jugando bromas pesadas a quienes no pueden conciliar el sueño
pero, en realidad yo estaba dormida cuando aquello pasó, debí haber estado
soñando algo sin importancia porque no pude recordarlo en el momento que sentí
un pequeño bulto en mi espalda, me recorrí un poco hacia adelante a manera de
reflejo por alejarme de aquella sensación. pero no funcionó.
Entonces
recordé todos los fines de semana tirada en el sillón de la sala, cuando
lograba convencer a Mau de que pusiéramos en Netflix alguna película de terror,
mi casi suegra hacia palomitas y comenzaba la funsión.
He
visto innumerables títulos del cine de terror en lo que llevo de vida, pero
ninguno como para quitarme el sueño, que si el exorcismo, que si la secta, las
brujas o la mafia de órganos no pudieron provocar ni un poco de lo que me
hizo sentir la pequeña respiración en mi espalda. Y es que, ciertamente esas
películas no te enseñan a reaccionar, más bien a burlarte de las reacciones de
los actores y con esto quiero decir que, no podemos negar que cada una de esas
veces juraríamos que lo habríamos hecho mejor, nos sentimos invencibles al
estar detrás de la historia que bien sabemos no es más que una buena o mala
grabación.
Pero
el momento no te da tiempo de pensar, mucho menos de noche y con sueño. Así que
me decidí a enfrentarlo, lo que sea que estuviera ahí, calentando y respirando
sobre mi espalda, el plan era simple, voltearía apartándome tanto como pudiera
y después? que pase lo que tenga que pasar!
Eran
las 3:15 a.m. para entonces, no podía creerlo, muy pronto serían las 4:45 a.m.
y me tendría que levantar para ir al trabajo. Había perdido 15 minutos de mi
valioso y adorado sueño solo por no recordar entre mi desvelo, a ese
pequeño bulto alargado de pelos color café/cobrizo que lleva por nombre Boster al que había
invitado a subir a la cama esa misma noche y que se acurrucaba como buen perro,
a mis espaldas.
Entonces
pensé en lo gracioso que habría sido también para esos directores, crear una
película en base a la mascota que olvidaron que tenían y mejor aún, que hubiera
personas por ahí en el mundo, sufriendo insomnio de verdad por esos
largometrajes.
Eran
las 3:40, el pobre salchicha jamás se enteró de la escena que su respiración
fría y cuerpecito caliente provocó, así que solo abracé a mi bestia peluda y
estuve a salvo de nuevo.
No
fueron las tantas películas, más bien el producto de una noche lluviosa en que
tu cerebro no quiere descansar, no confundan asombro con miedo, no me asustan
los muertos, me asustan más los vivos y la idea de la tremenda burla que
le habría dado tela de donde cortar a Mau si se lo hubiera contado."
Aunque claro, el escritor tenia talento ..
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