Invertí todo el día en la búsqueda del vestido ideal para un séquito de damas de honor de la persona más amable que conozco, y hablo de "invertir" porque aunque no conseguimos nada lo suficientemente increíble para encantarnos a todas nunca es perdida de tiempo hacer cosas de importancia para los que quiero, el asunto es que no pude evitar recordar mi momento, cuando y lo mucho que me habría encantado que don Leo me acompañará como lo hace Gerardo con Mónica.
Entonces pensé en que al momento no he hablado desde mi actualidad sobre el hombre más importante de mi vida, mi padre.
Evidentemente se llamó Leo, de Leonardo, fue la persona más feliz que he conocido al momento, tenía una gran capacidad para conectar de inmediato con las personas, probablemente por eso a donde fuera caía bien, además hablaba lindo, me refiero a que su voz era linda, diría mi madre "tenía voz adictiva, entre más hablaba más querías escucharlo" y eso era buenísimo para él porque le encantaba hablar.
Tenía los ojos grandes y claros, no pudimos concluir la encuesta sobre si eran color "miel" o una variedad de verde muy extraña, con cabello castaño, generalmente más largo de lo usual y un tanto ondulado, tenía una sonrisa amplia con un solo hoyuelo, en realidad se le dibujaban ambos, pero super definido solo tenía uno, el que adornaba su mejilla derecha, justo la contraria a la mejilla en que se me forma a mi, que alguien más notará eso nos hacia tontamente felices. Respecto a la altura, 1.75 o 1.80 máximo, jamás le pregunté pero se perfectamente la altura a la que mis hombros le llegaban, tenía piel blanca, como todos en su familia y ni un solo lunar en la cara, "esos los sacaste de tu madre" me decía cuando acariciando mi cara contaba mis lunares, le encantaba bromear con que soy hija de una galleta con chispas o que a Anu (el Dios griego del cielo) se le habían "salpicado" sus constelaciones en mi cara.
Era amante del arte, lector, casi músico, buenísimo con la escultura, y eso último lo avala mi premio de kinder al mejor monumento en plastilina del 2° A. Le encantaban las películas, salir a bailar, beber café, y whisky (nunca entendí porque lo prefería ante el vino pero bueno, cosas de adultos de esa época supongo).
Al igual que yo, estaba enamorado de tres cosas en la vida:
El mar
La música
El cielo
El lo justificaba de la siguiente manera :
El mar: Te hace recorrer el mundo si quieres conocerlo de verdad
La música: El mejor invento de la humanidad (concuerdo)
El cielo: "o te pone reflexivo o te da una buena foto, pero nadie puede no pensar en algo, lo que sea, mientras se mira al cielo, y además, es lo único constante en todo el mundo" decía.
Otras cosas que papá amaba también:
A mi abuela
La navidad
El café, decía que era la bebida de las cosas importantes,
El olor de la madera,
El chocolate caliente con bombones,
Los cheetos bolita,
Platicar por horas,
La gente que se rie fuerte,
Las 10 maneras en que yo arrugo la nariz (según él),
Los perritos,
"Living on a prayer" de Bon Jovi,
Los frijolitos de colores, esto lo recuerdo con mucho cariño porque los comía siempre que algo no iba bien, le gustaban tanto que decía "nada puede estar tan mal como para no querer un frijolito",
Trenzarme el cabello, o hacerme peinados en general,
Llamarme por teléfono (yo también amaba esas llamadas),
Las tortas de pierna que prepara Kimy,
Adivinarle el pensamiento a alguien,
Asustar a las personas,
Bromear, pfff x100,
Cantar y bailar,
El número 24,
El dominó,
Pan de tostador para el desayuno,
Qué su casa oliera rico,
Prepararme la cena,
Viajar,
El color azul,
Leer,
Los carruceles,
El "pan de feria" de nuez y siempre bien cocido,
Las ferias,
A la vida y
A mi, y vaya que se encargo de hacérmelo saber siempre...
Era un hombre muy sencillo, de él y de Kimy aprendí que la felicidad no está en las cosas ni las personas sino en el significado que les damos, aprendí que esta bien estar solo y que debemos acompañarnos de personas que valgan el tiempo, la pena, el dinero y la vida, aprendí que hay que oler rico siempre, que a la gente no se le juzga, que no hay abreviaturas para el amor, si amas a alguien te aseguras de que lo sepa, y que no se puede querer a medias porque "cuando decides dar el corazón, no lo pides cada tercer día de vuelta", pero también aprendí que la mejor compañía es uno mismo, also, el señor tenía una triada de buenos amigos. Hablando de sus amigos, eso si me encantaría, poder encontrar personas afines a mi con quien simplemente ver la vida pasar, tener vínculos fuertes que evolucionen conmigo al mismo tiempo de que me "obligan" a adaptarme a ellos, quiero que alguien me proponga una cita un 19 de marzo de 2066, con las certeza de que se concretara a mis 70 años, necesito gente con palabra en mi vida, él era hombre de palabra y me inculcó a cumplir a toda costa lo que se promete porque al final "nuestra palabra es todo lo que en realidad tenemos" y si, tenía mil frases en su repertorio.
Han sido días pesados, supongo que por eso me nace (más) escribir sobre él, y de alguna manera intentar encontrarlo en cosas mientras me niego a admitir que su ausencia duele y que aun lo busco. Van 10 años, pero presiento que dolerá al menos 10 vidas más.
Es increíble como el corazón tiene otro tipo de memoria, más eficiente al parecer, porque olvido cosas a diario pero espero no olvidar jamás todos los detalles que se relacionen.
Y pues nada, hoy solo quiero llegar a casa, ponerme la pijama y tirarme en el sillón para ver la peli que toca hoy, alguien importante me hizo un calendario de adviento de películas navideñas, toco reaccionar "como si nada" cuando lo compartió conmigo mientras mi niña interior saltaba de emoción, valoro muchísimo los regalos de tiempo, y bueno, esas pelis también las ve él y como dije, una tiene palabra. Dejaré que mis salchis calienten mí existencia con su amor y cuerpecitos sobre mi, quizá sea hora de buscar a Arturito, el frío en mi Tangamandapio esta muy soberbio, tocara prepararme un té esperando a que eso ayude con la pelea que anda librando mi sistema inmune.
Aquí si aplicaría la sabiduría de Pinterest para decir: Hey papá, tu hija no la está pasando bien, pero rendirse no sabe.
Besitos al cielo Leo! Ojalá no tuviera que extrañarte, ojalá mi suerte hubiera sido eterna y estuviéramos camino a algun pueblo mágico, ojalá no olvide tu voz y que me sigas amando desde donde estés, ojalá!
Comentarios
Publicar un comentario