Desde que perdí mi cuenta original de Instagram ha cambiado mi pensamiento respecto a mi exposición en redes.
La Ise preadolescente amaba documentar aspectos básicos de su vida, no es como que subiera la foto de cualquier cosa que me encontraba, porque siempre me ha gustado lo significativo, entonces, tuve fotos de cosas de mi vida cotidiana enfocadas desde puntos fotográficos que buscaban captar lo que para mi representaban, tenia a mi familia, fotos de mis "tradiciones" con papá, viajes, amigos, logros, y un gran etcétera que tras la perdida de don Leo me di cuenta que era muy personal. ese perfil fue abierto durante mucho tiempo, con poquito mas de mil seguidores vs 300 seguidos; que sorprendente las redes que creas con base en conocer a unas personas que conocen a otras, que conocen a otras y por las cuales terminas con seguidores desconocidos directamente pero que saben de ti por alguien lejano.
Aun con esta "auto exposición" rara vez contestaba mensajes, mis chats activos eran 6 a lo mucho y un par de ellos solo de envío de publicaciones, muchos comentarios cuando presumía al novio (importante para mi y para él en esos tiempos) y seguir a mis artistas fav, y ya, en eso consistía mi perfil.
Recuerdo todo esto después de platicar con una amiga que me cuestionó el porque de mi perfil privado, ella argumenta que las personas que mantenemos perfiles privados en cualquier red social mentimos o escondemos algo y boeh, en pelea no entré porque la quiero mucho y la quiero conservar otro ratito.
Esa platica me hizo pensar en lo lejos que estoy de esa versión mía, aunque me sigo lamentando la perdida de esas fotos por la cuenta, ahora soy super hermética, la respuesta elaborada que no le pude dar (para no tener que defender mi punto de vista ante ella) sería:
"Mi IG es privado porque me gusta saber que elijo con quien comparto mi vida en redes, me gusta conocer a quienes me siguen y sigo (aunque bueno, ojalá Adele tuviera el gustazo de conocerme), no comparto cosas demasiado personales, incluso hace poco archive una foto de hace años con Kimy poco después de subirla porque no me sentía cómoda, lo sentí muy personal y ahora vive en la mente de quien la llegó a ver, y aunque soy de llenar de amor a mis personas importantes, prefiero dárselos en otro tipo de calidad (además de que, por ejemplo, a mi actual pareja no le encanta que lo suba, si le gusta pero si no lo hago le da igual asi que meh) aunque bueno, si a mi unicornio le encantara seria yo la mas influencer con nuestra relación; en fin, los tiempos cambiaron, es la edad quizá, pero hoy día mi Instagram se reduce a 4 chats activos en los que uno de ellos es intercambio masivo de reels, otro para llamadas interminables por "emergencias", un vato insoportable que no se como rompe el sistema y me puede enviar solicitudes de mensajes y mi no menos importante, corazón de melón, que de ese chat nada malo por decir, la cosa más sincera y bonita, no recuerdo cuando empezamos a hablar por ahi pero estoy segura que solo tiene un "hola" porque es mas bien una única conversación interminable que como la de whats, quiero conservar pato.. dalavida"
La gente cambia, incluso mis publicaciones e stories son distintas a lo que subo al close friends (esas si las entienden apenas un puñado de personas) y me gusta, tenerles cariño y amor exclusivo a mis personas favoritas es uno de mis lenguajes del amor.
Me encantaba hablar con muchas personas, chateaba casi todo el día y a veces parte de la noche pero, de un tiempo acá prefiero salir con la gente, ir por cafés, a comer, platicar, escuchar las risas en vivo y lo más gracioso es que "por la gente" me refiero a apenas un par de personas pero que quiero muchísimo, ese par que seguirán siendo mis chats intocables porque si algo me encanta de whatsapp y por lo que no elimino nada (repito, de gente importante nomas, el resto no los guardo o se eliminan sin siquiera abrir mensajes) es porque me encanta tener respaldos de lo que me dicen, sus cosas importantes o mensajes destacados con el café favorito de starbucks pa que no se me olvide..
Pero bueno; somos un poco de las personas por quienes hacemos excepciones.
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