He estado pensando mucho en las ganas que tengo y en las cosas que me causan ilusión.
Recientemente he tenido logros pequeños pero muy significativos en cuestión de salir del bloqueo emocional, la vida brilla más, y resulta que tengo ganas.
Y aunque sé que a las ganas hay que darles tiempo, también sé que quiero volverme a enamorar, conocer a alguien que haga que yo quiera que me conozca, que me brillen los ojos y sentir como si todo fuera nuevo y único, como si nunca antes me hubiera enamorado, quiero que estrenen mi corazón ya restaurado, confiar en alguien y ser de entre todos los lugares en el mundo, el rinconcito al que siempre quiera llegar. Quiero que no dude, que sea intenso, pero sobre todo, quiero que tenga muchas ganas de estar conmigo.
Entre los logros, volví a escuchar mi lista de 137 canciones bonitas, y mi corazón brilló tantito, ya no duelen, ya no tienen recuerdos específicos, volvieron a ser bonitas y fue como si jamás las hubiera escuchado, y ni siquiera porque las haya dedicado, sino por las personas en quienes pensé con tanto amor cada vez que las escuchaba.
Aunque aún me quedan unos meses para permitirme dejar entrar a alguien, la verdad no tengo prisa romántica, aunque sí, me encantaría ver las pelis de los domingos con mi cabeza sobre el pechito de quien me encienda el corazón, prefiero esperar que llenar ese espacio con cualquiera.
Quiero a un hombre que me permita bajar la guardia, que me haga sentir segura y a quien le pueda mirar la cara con la seguridad de que a ninguno de los dos nos hará falta mentirnos nunca y quiero también que conmigo sienta que la vida pasa rápido, sencilla y bonita. Pero no solo quiero lo "fácil", quiero el compromiso de conocerlo, de cuidarlo, de elegir amarlo el doble los días en que no lo entienda y sobre todo, quiero que sea reciproco y no volver a sentir nunca más que lo que doy no le importa a mi pareja. Me prometí no permitirle a nadie (nunca más) hacerme sentir insuficiente, porque quiero que me vea como si hubiera usado su suerte al encontrarme, porque me quiero sentir así de afortunada por estar con él (quien quiera que sea).
Yo podría esperar muchos años a que él llegue, y formar una familia con dos niñas preciosas y creativas, un escuadrón de perritos en una casa llena de risas pero, si hay algo que me llama más que la compañía romántica es Aitana.
Ser mamá es algo que siempre tuve claro, me he esforzado mucho en hacer lo que necesito antes de que ella llegue y obviamente me rompió el corazón que gran parte de la probabilidad de su existencia se fuera entre las maletas de Mau. Pero uno no puede obligar a la vida a que pase como queremos.
Llevo años pensándola cada mañana cuando me tomo mis 4 vitaminas y 2 suplementos, con mis alarmas para no olvidar suplementar mi útero y pensando en que un día será por ella que la gine me haga un ultrasonido, sinceramente, estoy comprometida con darle lo mejor desde antes siquiera de que tenga padre.
Aunque bueno, tentativamente ya tiene uno, mi mejor amigo, y obvio, no hay nadie en quien confíe más y que no juzgue mi idea de ser mamá "autónoma" como se dice ahora,
Afortunadamente logré (como predije) convertir el amor real y potencial que tuve por Isma en cariño, no pude no "espinarme" como diría Kimy, no salí intacta pero, fue otra forma de gastar el corazón y ese, es el objetivo de la vida.
Como sea, el plan veganiego era que si después del viaje resultaba embarazada la historia para nosotros sería distinta, Aitana tendría un padre muy presente y una familia que pintaba a ser muy feliz pero en el fondo, amando a Isma no quería que pasara así, jamás quise que "tuviera" que estar conmigo, quería que, si terminábamos estando juntos fuera con ganas, por querer estar conmigo y encontrar en mi, como dije, su rinconcito de mundo al cual quisiera llegar pero bueno, pa pronto, no quiso, demostró que no haría nada para hacerlo posible aún teniendo mi libertad y lo que pasó en las Vegas.. pues ajá, allá se quedó. Moraleja? No alcanzan todas las ganas para demostrar el amor que el otro no alcanza a sentir y está bien, duele, pero está bien, Reyli Barba lo dijo primero "así es la vida".
Confieso que antes de eso no había pensado tanto en ella, seguí cuidando la que será su casita por 9 meses pero, otra cosa que dolió fue darme cuenta que quería hijas, pero no con Mau, no con la persona que me dejaba sola, no en el barco que solo tenía un remo (el mío). Moraleja? Ni el tiempo, ni la gratitud, ni siquiera el amor, alcanza cuando una pareja no te hace sentir amada y feliz, y tomar la decisión de renunciar a lo que se conoce y se quiere con el amor depositado en recuerdos de versiones de personas que ya no somos es probablemente una de las decisiones más complicadas de la vida; pero es que la vida es un ratito, y no esta cool pensar en pasarla de la mano de alguien por las razones equivocadas.
La primera vez que lloré a Aitana fue en terapia, cuando tuve que sanar lo necesario para que ella no lo sufriera, la segunda vez es hoy.
Hace un tiempo Isma me prometió (cero influenciado por mi) (o bueno, quizá un poquito) que me ayudaría a ser mamá si a los 32 no encontré a mi amorcito, y recientemente le hice prometer que si me muero antes de tiempo cuide de Aitana, bueno, no así, él no sabe su nombre, pero aceptó la promesa y yo creo completamente en su palabra.
La tercera promesa era hacerle una carta confesándole al estilo de cada quien, la verdad sobre su padre, nos parecía buena idea, dramática, de plot twist holliwoodense, pero hoy lo pensé mejor.
Isma, eventualmente tendrá familia, si no es con quien parece ser el amor de su vida será con quien de verdad lo sea (o así lo sienta) y obviamente no tengo problema con eso, siempre le desearé lo mejor de la vida y si lo mejor para su vida es que él si consiga la familia tradicional panista estaré feliz de verlo siendo el gran padre que sé que será, porque lo conozco lo suficiente como para saber que sus hijos van a decir que tienen al "mejor papá del mundo" (porque obvio no conocieron al mío pero boeh). El asunto del árbol genealógico de los futuros Monroy es que en ese caso preferiría que Aitana nunca sepa quien es su papá porque claro que quiero que sean cercanos, porque para empezar, jamás le quitaría a Isma la intención de conocer el resultado de traer al mundo a una personita mitad él, mitad yo e ir descubriendo lo que sale de su cabecita, que seguramente, y tampoco le quitaría a ella la oportunidad de conocer al tipazo que sería su "tio".
Fue inevitable pensar en mi historia, en mi vida con Don Leo y Kimy, en lo feliz y amada que me sentí y sobre todo en mi mamá, recordé como fue ser espectadora de su vida, de SU familia y de que con el tiempo y a pesar de las explicaciones de las que no dudo y que entiendo perfectamente, jamás dejé de ser su hija, pero nunca fui su familia, y quien pretenda que eso no duele es porque no lo ha vivido tan de cerca, de ahí mi intolerancia a que me hagan sentir insuficiente, solo fui una niña que sobró en la vida de su madre, porque ella estaba ocupada con su vida y su familia pero sé que llené la vida de mi padre y tengo la certeza de que si siguiera vivo la vida sería igual de maravillosa y yo no habría dejado nunca de ser su "solecito". Pero en la vida pasan cosas y, lamentablemente, algunas veces nuestro "camino" se determina por las decisiones de los demás y solo nos queda aprender a vivir con ello.
Y lo que aprendí de eso lo tengo claro y sé que no quiero algo similar para mi niña, aunque no lo sepa desde el inicio como lo supe yo, no quiero que cuando ya no esté (porque estoy segura de que mi carta sería el medio por el que se enteraría) lea de mis propias palabras que el hombre que tanto quiere (porque también estoy segura de que se querrán) es su padre, no quiero que se sienta espectadora de la vida que no vivió con él, y mucho menos que se sienta forzada a aprovechar el "tiempo perdido" porque la verdad es que ese no vuelve ni se recupera o peor aún, que se sienta traicionada porque, aunque mis intenciones siempre serán buenas, no habrá palabras que pueda plasmar en papel que sean lo suficientemente razonables para que entienda por que lo hice, porque ya no estaré para responder sus preguntas, secar sus lagrimas, contener su emoción o aceptar sus reclamos, lo pensé bien y me resulta un tanto cobarde confesar algo así post mortem, dejando más dudas que respuestas. Al final, amor (ni ninguna otra cosa) le va a faltar, tendrá todo de mi y si algo se sabe es que aprendí pronto a resolver, pero además, a amar intensamente, con cuidado, atención y años de terapia enfocada en poder darle lo mejor de mi corazón y mi cerebro, prefiero que se quede pensando en que no hubo nada que yo no hiciera por ella a que interprete que su padre eligió no estar con nosotras.
Espero que la siguiente vez que llore por ella sea porque la tenga entre mis brazos, que sea de felicidad, pero sino, también estoy lista para dejarla ir, guardarla en el cajoncito de los "hubiera" que me habría gustado vivir y terminar siendo yo mi propia familia.
Al final, no llegamos con mapa de la vida, no conocemos las rutas y lo que hoy me anima a tener una bebé a mis 32 se puede esfumar si Isma y yo nos distanciamos, no me gusta pensar en eso porque realmente quiero tenerlo en mi vida hasta viejitos, pero desde que tuve que soltarlo una vez, me sentí capaz de dejarlo ir con amor si así lo decide, aunque yo no lo quiera de esa manera.
Aitana etimológicamente significa "esplendor", lo elegí porque ella será el rayito de sol que se pasa de generación en generación, tiene carácter, varios diminutivos y sobre todo, son seis letras. Y personalmente significa vida.
He construido la idea de ella con el mismo fervor con el que tengo la certeza de que puede nunca pasar, por lo que no me aferro por más ilusión que me haga, soy una persona completa y mi felicidad no depende de la existencia de nadie más, pero seguro la potencializaría.
Puede que las pestañas de Isma no vean la luz en los ojos de Aitana, y que jamás encuentre vestigio de mi creatividad en ella, puede que el mundo no conozca el resultado de ambos, y está bien, siempre que Isma sea tremendamente feliz y amado, y yo siga encontrando razones para agradecer lo generosa que ha sido la vida conmigo. No pasa nada si no pasa, bueno, quizá solo la vuelva a llorar, pero será la última vez.
Es absurdo sostener una ilusión tan grande sin contemplar la posibilidad de que no suceda, de lo que hay que mantener certeza es que la vida y el mundo son más que nuestro paso por ellos.
Estoy llena de amor y de ganas, pero hay que dejar que la posibilidad del "no" duela poquito a veces para que si se cumple podamos decirlos a nosotros mismos "te lo dije" y después salgamos de ahí con el amor intacto.
Aitana tiene 8 canciones en el mundo en 4 idiomas distintos y en su posible herencia van muchísimas más que conoce su mamá y aunque no llegue a mis brazos, habrá sido un placer haberla planeado y haberme preparado para ella con tanto amor y tanta ilusión como lo hago.
Pero si si llega .. uuy, el mundo no habrá conocido a una persona más amada que ella.
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