Tuve una boda preciosa, aun cuando casarme no estuvo en mis planes, la disfrute muchísimo, y nada de lo que dije (a continuación) fue mentira. "El día comenzó lluvioso, aún teníamos cosas por hacer y no tomamos tiempo ni para sentarnos a desayunar, las horas pasaron rápido y al minuto siguiente ya estábamos otra vez en el carro. - Nos vemos amor – Le dije - Por favor no tardes – Me respondió Y fue así como nos dimos cuenta de lo acostumbrados que estamos a estar juntos. Después de varias horas de maquillaje, peinado, platica con amigas y risas, muchas risas, lo volví a ver. Estaba de pie frente a la iglesia, más guapo que nunca, y cuando me miró sus ojos se cristalizaron, entonces supe que no quería volver a dejarlo nunca, ni siquiera por un par de horas. Nos sonreímos mientras el sacerdote llamaba a nuestros padres, intercambiando bendiciones, besos y abraz...